Señor Director: Somos directoras de escuelas que a través del proceso participativo ‘Tenemos que Hablar de Educación’, hemos tenido la posibilidad de pensar en la educación que soñamos y las herramientas para conseguirlo. El 2020 la pandemia cambió el paradigma, nos obligó a adaptarnos a velocidad impensada a una educación remota, distante, pero que lucha por mantener su calidad. Así, hemos obtenido grandes aprendizajes que se transforman en nuevos desafíos. Trabajamos con pocos recursos, especialmente tecnológicos. Es por eso que hemos tenido que idear fórmulas como el reparto de material, cápsulas diferidas y la adaptación al ritmo de cada estudiante. Por otro lado está la dificultad de los apoderados de acompañar a sus hijos e hijas, ya sea por tiempo o falta de conocimiento. Es por esto que nos parece esencial modificar el currículum de lo requerido por el MINEDUC a uno acotado, desafiante y pertinente a las necesidades de los lugares donde se educa. Para lograrlo necesitamos capacitarnos en el lenguaje digital, ya que será esencial para este 2021 y para el repensar del sistema a futuro, con estudiantes más autónomos e hiperconectados. La labor educativa no sólo es académica, sino emocional y afectiva, y en el 2020 se hizo más evidente su importancia. Debemos hacernos cargo ahora, acortar las brechas y entregar las herramientas necesarias a las familias, debemos asegurar que ningún niño se quede atrás. Directoras participantes de ‘Tenemos que Hablar de Educación’ Señor Director: Sin duda es valorable que el gobierno haya anunciado medidas para fomentar la recuperación del empleo femenino y que, junto con el subsidio propuesto, también se estén discutiendo otros aspectos, como el apoyo a la reapertura segura de colegios y jardines infantiles. Tal como lo hemos planteado en un trabajo realizado con un grupo de académicos UC, sin recibir apoyo en las labores de cuidado, difícilmente las mujeres que han abandonado la fuerza laboral podrán reincorporarse. En ese sentido, también hemos sugerido explorar formas complementarias de cuidado infantil -en modalidades a nivel local y en grupos acotados-, así como reforzar los programas de apoyo a otras personas dependientes. La crisis provocada por la pandemia ha evidenciado, una vez más, las brechas de género existentes y es de esperar que pueda ser también una oportunidad para impulsar prácticas más equitativas y de mayor corresponsabilidad en nuestra sociedad.
Le Court Version: Wisconsin’s Door County comprend 19 communautés sur une péninsule qui s’avance...