Por Marcela Marzolo, Directora ejecutiva de Fundación Educacional Oportunidad.
Hace unos días celebramos el Día de la Educación Parvularia, instancia que se presenta como una oportunidad para resaltar la importancia de este nivel educativo y todo el potencial que las niñas y niños pueden desarrollar si asisten regularmente al jardín infantil y la escuela.
Distintos estudios, nacionales e internacionales, comprueban que quienes tuvieron una educación inicial de calidad alcanzaron mejores resultados, tanto académicos como socioemocionales, en los niveles superiores.
Asimismo, este nivel de la trayectoria educativa ofrece oportunidades de aprendizaje y desarrollo que solo se abren en esta etapa del ciclo vital, siendo clave para disminuir las brechas que se generan desde los primeros años de vida.
Sin embargo, los desafíos siguen siendo enormes, especialmente en cuanto a la asistencia de las niñas y niños.
¿Las razones por qué no asisten? Las enfermedades, el clima, problemas de transporte, infraestructura inadecuada y muchas otras. Sin embargo, creemos que a la base está una baja valoración de este nivel y un desconocimiento de lo clave que puede ser.
Es por esto que es necesario utilizar todos los espacios para dar a conocer que las niñas y niños pueden alcanzar sus sueños si establecemos una base sólida en sus primeros años. Así lo hemos hecho en la Fundación Educacional Oportunidad con nuestra campaña “Haz que Despeguen”, que nos ha permitido recorrer Chile para reconocer a los establecimientos de los 16 niños y niñas que resultaron ganadores de un viaje a la NASA por tener un 90% o más de asistencia en el primer semestre de 2023.
Detrás de ellos hay familias que valoran el aporte de la educación en esta etapa de la vida de sus hijos y hay centros educativos que acogen y motivan a los niños a asistir a través de un trabajo intencionado y que pone foco en cada estudiante.
Conociendo a estas familias, hemos visto historias de valoración de la asistencia que marcan un camino para vislumbrar una posible solución a la gran problemática del ausentismo escolar.
Son relatos conmovedores que hablan de esfuerzos que se han transmitido de generación en generación y que se relacionan con recorrer largas distancias y superar escollos climáticos para generar oportunidades futuras.
Pareciera que hablamos de una realidad paralela, pero no. Hablamos de 16 casos, uno por cada región del país, que tenemos el gran desafío de multiplicar. Para ello, el trabajo mancomunado y vinculado entre las organizaciones de la sociedad civil y el Estado es clave.
Tenemos un desafío enorme, pero mientras antes comencemos, podremos evitar crisis como las que hoy atraviesa nuestro sistema escolar. No hay tiempo que perder.