Por Magdalena Sánchez, Directora Ejecutiva de Focus.
A fines del 2023, en alianza con Talento al Aula, Focus realizó una encuesta a más de 1.200 docentes de diferentes establecimientos educacionales de Chile para indagar, entre otros temas, la gestión de aula.
Un 60,4% de los encuestados se había desempeñado como profesor/a jefe (PJ), al menos, durante el último año. Los resultados de la encuesta muestran que un 27% de los profesores reporta no contar con herramientas para gestionar los conflictos entre sus estudiantes.
Además, 1 de cada 4 docentes no se siente capacitado para apoyar la resolución de conflictos entre estudiantes. Este porcentaje aumenta aún más (31%) cuando se les pregunta por la capacidad para manejar acontecimientos inesperados con sus estudiantes. Estos porcentajes son más altos para el grupo de profesores/as que tiene jefatura de curso.
En estos primeros días de marzo, los niños, niñas y jóvenes (NNJ) de nuestro país están regresando a clases después de más de dos meses de vacaciones escolares. El regreso a clases implica el reencuentro (o, en muchos casos, el primer encuentro) con las comunidades educativas que acompañarán a cada estudiante en el proceso de aprendizaje y desarrollo que esperamos que signifique el asistir a la escuela. Esas comunidades están compuestas por los compañeros/as y las familias y apoderados de estos estudiantes; por los equipos directivos, asistentes de la educación y, por supuesto, docentes, educadores/as y técnicos. Dentro de este último grupo, una figura central es la del PJ.
El rol del PJ tiene asociado múltiples funciones, algunas formales y otras menos explícitas. Actualmente, una función fundamental es la de “guiar a los estudiantes en su desarrollo integral” (Mineduc, 2018), lo que se relaciona con la labor de implementar la asignatura de Orientación. Pero sabemos que el desafío de acompañar a los NNJ en este “desarrollo integral” es irreductible a una asignatura.
Los/as PJs cumplen, en su trabajo cotidiano, con actividades que se relacionan con estar atentos y apoyar a sus estudiantes en diversos ámbitos que afectan su desempeño escolar y su bienestar, entre ellos, lo comportamental. Además, esto implica tener una relación fluida y constante con sus apoderados. Por otro lado, esta figura se ve enfrentada a un contexto de una baja valoración social, sobrecarga laboral y falta de formación especializada (Peña et al, 2022).
Los conflictos son parte de la vida cotidiana (también en los establecimientos educacionales y, específicamente, en el aula), y dado que los PJs deben acompañar a los NNJ en su desarrollo integral, el que se sientan habilitados y confiados para ayudar a sus estudiantes a buscar soluciones no violentas, colaborativas y efectivas es fundamental. Es responsabilidad del sistema educativo, desde los distintos niveles, el promover y validar el rol del PJ, y ofrecer distintas posibilidades de formación para empoderarlos y habilitarlos para enfrentar las complejidades y distintos desafíos de su rol.
Referencias
Ministerio de Educación. (2018). Orientación: Apoyo a la implementación curricular de la Asignatura de Orientación. Rol de la jefatura de curso 7º básico a 2º medio. https://bibliotecadigital.mineduc.cl/handle/20.500.12365/14478
Peña, Javiera, Weinstein, José, Ansoleaga, María Elisa, & Sembler, Matías. (2022). Profesores jefes, un eslabón clave para los estudiantes en pandemia. Un estudio en seis liceos públicos de Santiago. Calidad en la educación, (56), 325-358. Recuperado en 03 de marzo de 2024, de http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-45652022000100325&lng=es&tlng=es.